¿Qué es un mito?... ¿Qué es una falacia?...y ¿Por qué unirlas con el
término “sexo”?...
Todos sabemos a qué nos referimos cuando nos preguntan sobre los mitos. Hemos
oído hablar muchísimas veces sobre ese término haciendo alusión a diferentes
culturas y períodos históricos, criaturas fantasiosas, narraciones, etc. Pero,
puede que a muchos nos ocurra que si nos piden definirla…las palabras no surgen
tan fácil, así que intentaré elaborara una definición clara a modo de recordatorio.
Un mito es un término de tan amplia historia y trayectoria que es posible
identificar varios sentidos del mismo. Según el profesor del Centro de Idiomas
de IE University Juan José Prat Ferrer, en
la actualidad podemos encontrar, al menos, cuatro sentidos del término “mito”.
El que a nosotros nos concierne en este caso, define al mito como una narración
fabulosa, puramente inventada…una ficción. Se emplea este sentido de mito, al
referirnos a la falsedad de algo concreto.
En cuanto a la “falacia”, podríamos considerarla como un sinónimo de
falsedad o mentira. También se trata de un término el cual le precede una larga
historia, ya que desde Aristóteles se viene analizando cuál es su definición
más acertada. De forma cotidiana diríamos que es: algo que parece válido, pero
que no lo es.
Ahora bien, ¿cuál es el sentido de unir tales conceptos, de tan amplio
significado, al SEXO? El sexo, como innumerables realidades y fenómenos de la
vida no ha estado exento de malos entendimientos y erróneas afirmaciones, por
lo cual hemos decidido incluir una publicación en la que se recojan aquellas
“falsedades” e “incorrectas interpretaciones” de algunos aspectos del sexo.
La adolescencia es una etapa muy compleja, llena de cambios y
transformaciones físicas y emocionales. En esa hermosa y a la vez complicada
etapa, creemos conocer todo de todo, lo cual no tiene porqué implicar mayores
complicaciones, a excepción de aquellas situaciones en las que se pone en
riesgo nuestra salud.
Como bien sabrán ustedes, existen rumores y creencias falsas o equivocadas,
que se van transmitiendo de boca en boca sobre el SEXO y sus CONSECUENCIAS. A
continuación les presento algunas de ellas:
“En la primera relación sexual las mujeres no
quedan embarazadas”. Esto no es cierto:
la probabilidad es la misma que en el resto de las ocasiones.
“Cuando la mujer está menstruando, no puede quedar
embarazada”. Tampoco es correcto,
la ovulación dependerá de cada mujer, cualquier día del ciclo se podrá ovular,
incluso durante la menstruación. (Este mito ya lo he recogido en una de las
publicaciones anteriores, creo importante resaltarla ya que es una falsedad que
se repite con bastante frecuencia).
“Una chica no se quedará embarazada si el chico no
eyacula en el interior de la vagina”. No es cierto, antes de la eyaculación sale por el pene un líquido
lubricante que facilita la penetración, éste puede contener espermatozoides.
“Si después
del acto sexual la mujer se hace un lavado vaginal se eliminan los
espermatozoides antes de que lleguen al óvulo”. Tampoco es verdad.
“Si la penetración no es muy profunda, no hay
embarazo”. Es falso, incluso puede
haber embarazo sin penetración: si el varón eyacula en la vulva de la mujer,
algún espermatozoide puede entrar en la vagina.
“Los preservativos se rompen con frecuencia”. No es cierto. Es difícil que se rompan, y si
ocurre, puede ser por no haberlo usado correctamente.
“Las mujeres no deben llevar preservativos, ni
tampoco deben exigir a los hombres a usarlos, ya que si no quieren quedar
embarazadas deberán cuidarse ellas con pastillas”. Se trata de una idea machista, ambos miembros de
la pareja deben cuidarse mutuamente, tanto por el tema del embarazo como por
las enfermedades de transmisión sexual. La comunicación entre ambos es
fundamental.
“La masturbación produce infertilidad,
disfunciones sexuales, ceguera y pérdida de memoria”. Antiguamente se creía que era cierto, pero
ninguna de esas consecuencias son verdaderas.
Sobre la infertilidad: en la medida que el hombre
eyacula, el semen se repone.
“La
masturbación puede alterar el tamaño y/o forma de los genitales”. Hay gente que cree que puede aumentar el tamaño
del pene, no es cierto. Lo mejor y más sano es aceptarse tal y cómo es.
“El sexo oral puede provocar un embarazo”. Pueden ocurrir muchas otras cosas relacionadas
con el sexo oral, pero esta consecuencia no es una de ellas.
“El
jugo de limón sirve como anticonceptivo”. Se cree que la acidez del jugo de
limón podría matar los espermatozoides. Totalmente falso.
“Utilizar más de un condón a la vez disminuye la
probabilidad de embarazo o contagio de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS
o ITS)”.Así se lograría el efecto
contrario, la fricción aumentaría la probabilidad de que el condón se rompa.
“El tamaño del pene depende de la altura del
hombre, el tamaño de sus manos y sus pies”. No existe ninguna proporción directa o inversa entre el tamaño del pene y
la estructura corporal general o de alguna de sus partes.
“Un exceso de actividad sexual agranda la vagina”. Situaciones como los partos pueden disminuir la
tonicidad de los músculos de la vagina, o hasta desgarrarlos. Existen unos
ejercicios, los de Kegel o cirugías que pueden reconstruir el suelo pélvico de
la mujer. Pero la cantidad de actividad sexual no agrandará la vagina.
“Si una mujer estimula las nalgas de un hombre,
éste tendrá fantasías y deseos homosexuales”. Por supuesto que no, la homosexualidad está relacionada con el género que
se desea, no con la práctica sexual que se realice. Así que, a relajarse y
disfrutar de la gran variedad de zonas erógenas que tenemos.
“La masturbación sólo es cosa de hombres”. No es cierto, las mujeres también pueden
experimentar con su cuerpo, siempre y cuando se sientan cómodas al respecto, al
igual que los hombres.
Existen muchas falsas creencias sobre el sexo y
aquí solo he recogido algunas de las que más se suelen hablar. Es importante
estar bien informados y contrastar lo que se cree saber o lo que nos dicen, ya
que pueden originarse consecuencias no deseadas. Por ello, sería recomendable reflexionar sobre todo lo que sabemos del sexo
y lo que no, verificar nuestros conocimientos y dudas, para poder tener una
vida sana y feliz, en nuestras distintas facetas.
¿Qué otros mitos sexuales ridículos u extraños conoces o incluso has creído
en algún momento? ¡Esperamos tus comentarios!
Bibliografía consultada
Prat Ferrer, J. J. Grandes relatos de
la Humanidad: El pensamiento mítico. Centro de Idiomas Language Center.
Recuperado el 31 de marzo de:
López Peralta, E. (2014). H&H –
discoverymujer.com. Mitos sexuales ridículos que todavía creemos.
Recuperado el 31 de marzo de:
López Sosa, C. Mitos y Falacias
sexuales. Facultad de Medicina – Universidad de Salamanca. Recuperado el 1
de abril de:
Marina, M. (2011). Educación
Sexual Integral – para charlar en familia. 1ª ed. – Buenos Aires:
Ministerio de Educación de la Nación, 2011. 48 p. Recuperado el 1 de abril de: ftp://ftp.me.gov.ar/vs/EducacionSexualEnFamilia.pdf